sábado, 17 de septiembre de 2011

El Caballo de Troya de Homero en La Odisea

Príamo era el rey de troya, una ciudad grande y amurallada. Tenía dos hijos varones: Paris (famoso por su belleza) y Héctor (que se distinguía por su valor). Paris se enamora de Helena (mujer más bella de toda Grecia y esposa del rey Menelao), y se la trae consigo a Troya. Cuando el rey Menelao se entera del rapto, declara la guerra a Troya. 

 El griego más valiente era Aquiles. El más valiente de los troyanos era Héctor, hermano de Paris. La lucha era tan pareja que iban ya diez años de guerra y no había un ganador. Ulises, uno de los reyes griegos, no quería retirarse sin ganar y tuvo una idea. Los griegos construyeron un enorme caballo de madera que tenía una escotilla escondida en el flanco derecho y en el izquierdo tenía grabada la frase: «Con la agradecida esperanza de un retorno seguro a sus casas después de una ausencia de nueve años, los griegos dedican esta ofrenda a Atenea», y dentro de él escondieron a muchos soldados. Todos los demás se subieron a sus barcos y simularon que volvían a Grecia, pero realidad, sólo fueron hasta una isla cercana.

Los troyanos, grandes creyentes en los dioses, cayeron en el engaño y metieron el caballo dentro de la ciudad, para lo cual tuvieron que romper parte de la muralla. Hicieron una gran fiesta. Tomaron mucho vino, comieron y bailaron, sin imaginar lo que iba a suceder. De pronto, cuando la fiesta estaba por llegar a su fin, Sinón dejó salir a los soldados griegos armados del caballo, y abrieron el resto de las puertas al ejército que había vuelto con sus barcos e ingresaban también por la muralla rota. Los troyanos no pudieron defenderse y los griegos mataron a los guardianes, capturando e incendiando la ciudad, que finalmente fue destruida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario