Deseando adueñarse de tan tentador alimento, soltó el suyo para arrebatárselo al supuesto perro, que se encontraba del otro lado.
El resultado fue frustrante... pues se quedó sin el propio y sin el ajeno, porque uno no existía y el otro se fue con la corriente del río..."
Este cuento es de Esopo, el llavero que yo creo es su complemento...¡no hay nada tan bonito como regalar historias y cositas bonitas!
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